24 jul 2009

De racismo y fans


Que desgracia más grande, hijos e hijas de mi corazón, no consigo ser fan de nadie, (me refiero a artistas).
Me pasa lo mismo con los culebrones, no me engancho ni rezando a Santa Rita.
Esto viene a cuento, porque he visto el gentío que sigue a Madonna, y a mi no me gusta en general, algunas canciones en particular pues si.
Y encima es practicamente de mi quinta, yo con este calor, me pongo a dar brincos y no aguanto ni dos minutos sin morirme.
¿Que comerán esos famosos?, con tantos años a la chepa y dos horas arriba y abajo.
Es que ni sudan.
Y los ves en el cine, recién despiertos por la mañana, después de una parranda. Y tienen la cara perfectamente maquillada y cada pelo en su sitio. Es descorazonador, hasta deprimente diría yo. Y me quedo corta.
Si consiguiera ser fan de alguien, esperaría como agua de Mayo, sus apariciones en revistas o por la tele. Entretenida estaría y gratis.
Además es incoherente, puedo decir que no me gusta Madonna y nadie me llama racista. En cambio, si dijera que no me gustan los gitanos o negros, (por poner un ejemplo), me llamarían de todo.
En el fondo soy una incomprendida.¿Como me van a gustar todos los gitanos o negros del mundo?, imposible, ni todos los blancos tampoco me gustan.
¿Y porque me tienen que gustar todos para no ser racista?.
A mi que me vengan uno a uno, y ya decidiré si me apañan. Todos en tropa asustan.
Veamos, queridos y queridas, nos montamos 300 de nosotros en un avión, y nos plantamos en Guinea o la Cochibamba.
Y un anochecer, todos en panda, caminamos por una calle, en dirección contraria a una maruja de color algo negro. O sea, todos hacia ella.
Esa señora, sale corriendo del susto. ¿ Y es racista por eso?, no. Es que no está acostumbrada.
Pues yo lo mismo que la maruja guineana.

3 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

Yo no he sido fan,querida Blummun, ni cuando era adolescente.
No pasé por esa época del "Super Pop" y los grititos de histérica.
Coincido contigo en que el pensamiento único y lo politicamente correcto están ganado la batalla.
Lo último, lo presencié hace pocos días en un restaurante en Marbella,donde una pareja de clientes de color exigía al maitre otra mesa por que la asignada estaba en un rincón y no en la terraza, y ante la negativa del maitre dado que estaba todo lleno,empezó a gritar que lo trataban así por que era negro y que aquello era racismo.
A los tres minutos tenía una mesa montada en la terraza, y los otros clientes pasaron al rincón.

Anónimo dijo...

Como todo, los extremos son...de risa.
A mí esto de que ya se sabe como pienso porque soy blanca, española y mujer...me parece de lo más simple.
Que me pregunten o mejor que se molesten en verme actuar y luego...que cobren por sus estudios sociológicos...que suelen ser para que pensemos como a ellos les conviene.
Me parece estupendo ser rebelde y además...casi siempre hay una causa.Bs

Miamimemata 2.0 dijo...

Soy blanco (creo), pero me llaman negro (POR EL COLOR?), a partir de ahora lo utilizaré para que me pongan en primera fila de todos los sitios, en las mejores mesas, utilizando las palabras mágicas RACISTAS jajajaja
A10

 

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