China anunció ayer que la calma ha vuelto a Lhasa y las regiones tibetanas de Sichuan y Gansú, tras las recientes protestas y disturbios, pero mantuvo cerradas a cal y canto para la prensa extranjera todas las zonas conflictivas.
Un fuerte despliegue policial y paramilitar vigila las áreas donde se registraron revueltas, según han explicado testigos a grupos activistas tibetanos y de derechos humanos, aunque Pekín no ha hecho ningún tipo de mención a este despliegue.
3 comentarios:
Si ellos lo dicen...No hay nadie más allí para desmentirlo. Aunque vete a saber lo que entienden por calma :(
Menuda se esta armando, querian tranquilidad para las Olimpiadas y estan consiguiendo lo contrario.
Saludos
Hola Luis, es increible que los JJOO se celebren allí, pero negocios son negocios.
Hola Amas, es que si no aprovechan ahora los tibetanos para hacer sus reivindicaciones, los aplastaran.
Abrazos.
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